| Dr Begoña TORRES | Gato,
Todo el mundo sabe que a los gatos no les gustan especialmente los cambios, y cambiar de casa no es nada divertido para tu compañero favorito. Entonces, ¿cómo puedes hacer que la experiencia sea lo más agradable posible para tu querido felino?
Es cierto que a Slipper no le entusiasma en absoluto dejar su casa y su territorio, que conoce como la palma de su mano. ¿Cómo se adaptará a este cambio de hábitos? He aquí algunos consejos y trucos para ayudarla.
Organizar la mudanza
Unos días antes de la mudanza, dale complementos alimenticios calmantes a base de alfa-casozepina y continúa con este tratamiento durante varias semanas.
Tu gato no se deja engañar: enseguida se da cuenta de que algo pasa. Para evitar que huya cuando vea las cajas amontonadas, toma la delantera. Organiza un espacio cerrado donde dejarás los muebles con él hasta el último momento, que además le servirá como punto de referencia una vez que haya llegado a su nuevo hogar. Esta habitación se trasladará en último lugar y los muebles en primer lugar en su nuevo hogar.
Cuando llegue, coloca a tu gato con sus muebles en una habitación que, por supuesto, cerrarás con llave. Mientras se aclimata, puedes ir tranquilamente a las otras habitaciones sin molestar a tu gato. Recuerde advertir a todos los miembros de la familia que la habitación con el gato debe permanecer siempre cerrada durante la mudanza.
Por último, coloca un difusor de feromonas en su nueva habitación para mayor tranquilidad.
La opción de la pensión para gatos
Si Choupette es ansiosa por naturaleza, la opción del internado felino puede ser una buena solución. Recuerde reservar una plaza con antelación para evitar sorpresas desagradables. Alojarse en una residencia canina durante toda la mudanza evitará el estrés del ruido y las idas y venidas de los más sensibles.
Transporte
Asegúrate de tener una cesta de transporte que cierre bien antes de meter a tu pequeño felino en ella. Las cestas de mimbre y las bolsas de tela son atractivas, pero poco prácticas y difíciles de limpiar si Pepito decide hacer sus necesidades durante la mudanza. Las cestas de plástico son más resistentes y fáciles de mantener limpias.
Si tiene la oportunidad, deje el transportín en el entorno del gato durante unas semanas antes del traslado. Asegúrate de que está limpio y no está impregnado de viejos olores de orina, por ejemplo. Coloca siempre una manta absorbente o una sábana bajera en el fondo del transportín. ¡No hay nada más desagradable para un gato que ser bañado en un charco de pis si se produce un pequeño accidente relacionado con el estrés!
Para los gatos que se marean y se desplazan lejos, hay medicamentos que se pueden administrar para limitar las náuseas.
Por último, para los que realmente no toleran los viajes, se pueden recetar tranquilizantes. Sólo son útiles para los viajes largos, ya que los efectos duran bastante tiempo.
En su nuevo hogar
Una vez completada la mudanza, puede liberar a tu pequeño amigo, idealmente en compañía de un miembro de la familia, que pueda tranquilizarlo mientras descubre su nuevo mundo. Unas pequeñas golosinas también pueden ayudarle a aceptar mejor este nuevo y desconocido espacio.
Una vez que se haya aclimatado, abre las puertas una a una, pero no pierdas de vista a tu pequeño.
Ahora está bien preparado. No dudes en ponerse en contacto con nosotros si tiene más preguntas.